Siempre se ha dicho que nuestro país es poco eficiente: tiene una
productividad baja, pese a tener unos horarios laborales más largos que la media
de muchos países europeos que son más productivos. Para explicarlo se echa mano
de tópicos con una alegría que no tiene ninguna gracia.
De entrada, en una burda
aproximación, si consideramos la productividad como el PIB/personas del país:
evidentemente con un paro superior al 25% la productividad ha de ser baja. Así
pues éste es el primer punto a superar. Todo el mundo está de acuerdo en ésto.
Los tertulianos habituales de cualquier medio de comunicación hablan de ello
extensamente, algunos con seguridad y otros hasta con cierta agresividad. Pero
soluciones…Pocas! De los políticos y los brotes verdes, bien, mejor lo dejamos.
Al final la solución vendrá de la sociedad civil, en este caso empresarial, que
para bien de todos esperemos que sea cuanto antes mejor. Y nosotros, los más,
tendremos que poner nuestro grano de arena como podamos. Algunos ya lo están
haciendo: imaginación al poder!
El factor productivo más
importante que existe es sin ninguna duda: las personas. Los países que sean
capaces de incorporar grupos marginales al mundo laboral serán los que
alcanzarán una mayor productividad. Los que hemos tenido la oportunidad de
tener relación con el mundo universitario y con personas que hacen cursos mientras
están en el paro, vemos la gran cantidad de material humano que teniendo la
capacidad para desarrollar cometidos de alto nivel, las circunstancias de la
vida les ha llevado a una situación de marginalidad, sufriendo ellos mismos las
consecuencias y la sociedad la pérdida de sus capacidades.
La sociedad, en general, ha
aumentado su productividad cuando ha incorporado nuevos grupos de personas al
mercado laboral. Por ejemplo en Europa la mujer al final de la primera guerra
mundial. Por supuesto por necesidad. Actualmente el grupo de jubilados crece
día a día. Cada vez, afortunadamente, con un mejor estado físico y mental.
Algunos están dispuestos a hacer trabajos de voluntariado. Se ha pensado
seriamente en su organización? Sin duda ayudarían a hacer un país mejor y más
productivo. También ellos tendrían una vida más activa y provechosa: bueno para
ellos y bueno para la sociedad.
Otra vez la sociedad civil hace
propuestas de forma activa empezando a andar. Un ejemplo dentro de los muchos
que hay en nuestro país: VAE (Voluntaris en Assessoria Empresarial) formado
mayoritariamente por jubilados hacen asesoría empresarial de forma gratuita a
Autónomos y PIMES que tengan dudas y busquen consejo de terceros. Si deseáis
más información pulsar aquí.
También hay muchas entidades que
trabajan en el campo de la integración social. Aquí mencionaremos a modo de
ejemplo: FCE (Fundació Catalana de l’Esplai) que ha puesto en
funcionamiento el programa:
Tresca Jove. Tiene como objetivo la integración sociolaboral de jóvenes en
riego de exclusión social. Programa que han exportado a Europa. Para más
información pulsar aquí.
Además, las dos organizaciones
mencionadas y dentro del programa Tresca Jove han creado un programa pionero de
“mentoring”. Consiste en que componentes de VAE hacen un seguimiento
personalizado de los jóvenes que participan en el programa. Aportan sus
experiencias tanto empresariales como vitales que los años les han
proporcionado, no desde un punto de vista de formación, sino simplemente
personal. Se busca así la transmisión intergeneracional de comportamientos
positivos que sería imposible de conseguir si existieran otros tipos de
vínculos, como por ejemplo familiares. El Periodico ha hecho un buen reportaje. Si tenéis interés en leerlo pulsar aquí.
Bien, como podemos ver algunos
ya están en marcha. Trabajo hay todo el que se quiera. Si puedes: anímate!
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