VAE

dimecres, 26 de març del 2014

Productividad y transmisión del conocimiento

Siempre se ha dicho que nuestro país es poco eficiente: tiene una productividad baja, pese a tener unos horarios laborales más largos que la media de muchos países europeos que son más productivos. Para explicarlo se echa mano de tópicos con una alegría que no tiene ninguna gracia.
De entrada, en una burda aproximación, si consideramos la productividad como el PIB/personas del país: evidentemente con un paro superior al 25% la productividad ha de ser baja. Así pues éste es el primer punto a superar. Todo el mundo está de acuerdo en ésto. Los tertulianos habituales de cualquier medio de comunicación hablan de ello extensamente, algunos con seguridad y otros hasta con cierta agresividad. Pero soluciones…Pocas! De los políticos y los brotes verdes, bien, mejor lo dejamos. Al final la solución vendrá de la sociedad civil, en este caso empresarial, que para bien de todos esperemos que sea cuanto antes mejor. Y nosotros, los más, tendremos que poner nuestro grano de arena como podamos. Algunos ya lo están haciendo: imaginación al poder!
El factor productivo más importante que existe es sin ninguna duda: las personas. Los países que sean capaces de incorporar grupos marginales al mundo laboral serán los que alcanzarán una mayor productividad. Los que hemos tenido la oportunidad de tener relación con el mundo universitario y con personas que hacen cursos mientras están en el paro, vemos la gran cantidad de material humano que teniendo la capacidad para desarrollar cometidos de alto nivel, las circunstancias de la vida les ha llevado a una situación de marginalidad, sufriendo ellos mismos las consecuencias y la sociedad la pérdida de sus capacidades.
La sociedad, en general, ha aumentado su productividad cuando ha incorporado nuevos grupos de personas al mercado laboral. Por ejemplo en Europa la mujer al final de la primera guerra mundial. Por supuesto por necesidad. Actualmente el grupo de jubilados crece día a día. Cada vez, afortunadamente, con un mejor estado físico y mental. Algunos están dispuestos a hacer trabajos de voluntariado. Se ha pensado seriamente en su organización? Sin duda ayudarían a hacer un país mejor y más productivo. También ellos tendrían una vida más activa y provechosa: bueno para ellos y bueno para la sociedad.
Otra vez la sociedad civil hace propuestas de forma activa empezando a andar. Un ejemplo dentro de los muchos que hay en nuestro país: VAE (Voluntaris en Assessoria Empresarial) formado mayoritariamente por jubilados hacen asesoría empresarial de forma gratuita a Autónomos y PIMES que tengan dudas y busquen consejo de terceros. Si deseáis más información pulsar aquí.
También hay muchas entidades que trabajan en el campo de la integración social. Aquí mencionaremos a modo de ejemplo: FCE (Fundació Catalana de l’Esplai) que ha puesto en
funcionamiento el programa: Tresca Jove. Tiene como objetivo la integración sociolaboral de jóvenes en riego de exclusión social. Programa que han exportado a Europa. Para más información pulsar aquí.
Además, las dos organizaciones mencionadas y dentro del programa Tresca Jove han creado un programa pionero de “mentoring”. Consiste en que componentes de VAE hacen un seguimiento personalizado de los jóvenes que participan en el programa. Aportan sus experiencias tanto empresariales como vitales que los años les han proporcionado, no desde un punto de vista de formación, sino simplemente personal. Se busca así la transmisión intergeneracional de comportamientos positivos que sería imposible de conseguir si existieran otros tipos de vínculos, como por ejemplo familiares. El Periodico ha hecho un buen reportaje. Si tenéis interés en leerlo pulsar aquí.

Bien, como podemos ver algunos ya están en marcha. Trabajo hay todo el que se quiera. Si puedes: anímate!

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